ADN no codificante

Las secuencias de ADN no codificante son componentes del ácido desoxirribonucleico de un organismo que no codifican secuencias de proteínas. Parte del ADN no codificante se transcribe en moléculas de ARN no codificantes funcionales (por ejemplo, ARN de transferencia, ARN ribosómico y ARN regulador). Otras funciones del ADN no codificante incluyen: la regulación transcripcional y traduccional de secuencias codificantes de proteínas, las regiones de unión de andamios, los orígenes de replicación de ADN, los centrómeros y los  telómeros.[1][2]

La cantidad de ADN no codificante varía mucho entre especies. A menudo, solo un pequeño porcentaje del genoma es responsable de codificar las proteínas, pero se muestra que un porcentaje creciente de ese ADN tiene funciones reguladoras. Cuando hay mucho ADN no codificante, una gran proporción de él parecería no tener función biológica, como se postuló en la década de 1960. Desde entonces, esta porción no funcional ha sido controvertidamente llamada "ADN basura".[3]

El proyecto internacional Encyclopedia of DNA Elements (ENCODE) descubrió, mediante enfoques bioquímicos directos, que al menos el 80% del ADN del genoma humano tiene actividad bioquímica.[4]​ Aunque esto no fue inesperado debido a décadas anteriores de investigación que descubrieron muchas regiones no codificantes funcionales,[5]​ algunos científicos criticaron la conclusión por combinar la actividad bioquímica con la función biológica.[6][7][8][9][10]​ Las estimaciones para la fracción biológicamente funcional del genoma humano basadas en genómica comparativa oscilan entre 8 y 15%.[11][12][13]​ Sin embargo, otros han argumentado en contra de confiar únicamente en estimaciones de genómica comparativa debido a su alcance limitado. Se ha descubierto que el ADN no codificante, está involucrado en la actividad epigenética y en redes complejas de interacciones genéticas y se está explorando en la biología evolutiva del desarrollo.[14][15][16]

  1. «El ADN basura protege». Investigación y ciencia. 2011. Consultado el 27 de octubre de 2019. 
  2. «Identifican las secuencias de ADN no codificante más antiguas que se conocen». SINC (CSIC). 2011. Consultado el 27 de octubre de 2019. 
  3. Pennisi, Elizabeth (7 de septiembre de 2012). «ENCODE Project Writes Eulogy for Junk DNA». Science (en inglés) 337 (6099): 1159-1161. ISSN 0036-8075. PMID 22955811. doi:10.1126/science.337.6099.1159. 
  4. Dunham, Ian; Kundaje, Anshul; Aldred, Shelley F.; Collins, Patrick J.; Davis, Carrie A.; Doyle, Francis; Epstein, Charles B.; Frietze, Seth et al. (2012-09). «An integrated encyclopedia of DNA elements in the human genome». Nature (en inglés) 489 (7414): 57-74. ISSN 1476-4687. PMC 3439153. PMID 22955616. doi:10.1038/nature11247. 
  5. Morris, Kevin V. (2012). «cap7:Non-coding RNAs. Epigenomics, and Complexity in Human Cells». Non-coding RNAs and epigenetic regulation of gene expression : drivers of natural selection (en inglés). Caister Academic Press. ISBN 978-1-904455-94-3. OCLC 727704222. 
  6. Robin McKie (24 de febrero de 2013). «Scientists attacked over claim that 'junk DNA' is vital to life». 
  7. Eddy, Sean R. (6 de noviembre de 2012). «The C-value paradox, junk DNA and ENCODE». Current Biology (en inglés) 22 (21): R898-R899. ISSN 0960-9822. PMID 23137679. doi:10.1016/j.cub.2012.10.002. 
  8. Doolittle, W. Ford (2 de abril de 2013). «Is junk DNA bunk? A critique of ENCODE». Proceedings of the National Academy of Sciences (en inglés) 110 (14): 5294-5300. ISSN 0027-8424. PMC 3619371. PMID 23479647. doi:10.1073/pnas.1221376110. 
  9. Palazzo, Alexander F.; Gregory, T. Ryan (8 de mayo de 2014). «The Case for Junk DNA». PLOS Genetics (en inglés) 10 (5): e1004351. ISSN 1553-7404. PMC 4014423. PMID 24809441. doi:10.1371/journal.pgen.1004351. 
  10. Graur, Dan; Zheng, Yichen; Price, Nicholas; Azevedo, Ricardo B. R.; Zufall, Rebecca A.; Elhaik, Eran (1 de marzo de 2013). «On the Immortality of Television Sets: “Function” in the Human Genome According to the Evolution-Free Gospel of ENCODE». Genome Biology and Evolution (en inglés) 5 (3): 578-590. PMC 3622293. PMID 23431001. doi:10.1093/gbe/evt028. 
  11. Ponting, Chris P.; Hardison, Ross C. (1 de noviembre de 2011). «What fraction of the human genome is functional?». Genome Research (en inglés) 21 (11): 1769-1776. ISSN 1088-9051. PMC 3205562. PMID 21875934. doi:10.1101/gr.116814.110. 
  12. Kellis, M.; Wold, B.; Snyder, M. P.; Bernstein, B. E.; Kundaje, A.; Marinov, G. K.; Ward, L. D.; Birney, E. et al. (21 de abril de 2014). «Defining functional DNA elements in the human genome». Proceedings of the National Academy of Sciences (en inglés) 111 (17): 6131-6138. ISSN 0027-8424. PMC 4035993. PMID 24753594. doi:10.1073/pnas.1318948111. 
  13. Rands, Chris M.; Meader, Stephen; Ponting, Chris P.; Lunter, Gerton (24 de julio de 2014). «8.2% of the Human Genome Is Constrained: Variation in Rates of Turnover across Functional Element Classes in the Human Lineage». PLOS Genetics (en inglés) 10 (7): e1004525. ISSN 1553-7404. PMC 4109858. PMID 25057982. doi:10.1371/journal.pgen.1004525. 
  14. Carey, Nessa, (2015). Junk DNA : a journey through the dark matter of the genome. Columbia University Press. ISBN 978-0-231-53941-8. OCLC 904407047. 
  15. Mattick, John S.; Dinger, Marcel E. (15 de julio de 2013). «The extent of functionality in the human genome». The HUGO Journal 7 (1): 2. ISSN 1877-6566. PMC 4685169. doi:10.1186/1877-6566-7-2. 
  16. Morris, Kevin V. (2012). Non-coding RNAs and epigenetic regulation of gene expression : drivers of natural selection. Caister Academic Press. ISBN 978-1-904455-94-3. OCLC 727704222. 

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