El aborto en el Reino Unido, referido a la interrupción voluntaria del embarazo, es legal hasta las 24 semanas de gestación en los territorios de Inglaterra y Gales y Escocia. El aborto inducido es legal desde la aprobación de la Ley del Aborto de 1967 -Abortion Act 1967- que lo autorizó hasta las 28 semanas. Una enmienda de 1990 redujo el cómputo hasta el consideró comienzo de viabilidad a las 24 semanas actuales.[1] El Reino Unido comprende los territorios de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. En Irlanda del Norte no se aplica la ley de 1967 y siguen vigentes la ley de 1861 aplicándose la legislación penal de 1945.[2]
En el momento de su aprobación la legislación sobre el aborto fue una de los más liberales de Europa.