Una acequia (del árabe hispano assáqya, y este del árabe clásico الساقية «al-sāqiyah» , irrigadora) o cacera es una zanja o canal a cielo abierto para conducir el agua de regadío, de abastecimiento a poblaciones o fines similares.[1] Fue utilizado en España y en las antiguas colonias españolas en América para regar. Especialmente en España, los Andes, el norte de México y el actual Suroeste de Estados Unidos, en particular el norte de Nuevo México y el sur de Colorado. La hidrología de las acequias beneficia la salud ecológica, la producción agrícola y el mantenimiento de los niveles de agua subterránea.[2] La acequia es una vía de recursos fácilmente controlable y extremadamente resistente a los constantes cambios climáticos.[3] Los ejemplos de acequias en Nuevo México tienen largas raíces históricas en las comunidades Pueblo e hispanos de Nuevo México, y están incorporadas en tradiciones que incluyen los matachines, la vida en el bosque de Río Bravo del área metropolitana de Albuquerque, y las peregrinaciones al Santuario de Chimayó.
El término también puede referirse al largo estanque central de un jardín morisco, como el Generalife de la Alhambra en el sur de España.
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