Una aguada o grúa de agua es una infraestructura ferroviaria utilizada para alimentar de grandes cantidades de agua a los depósitos de las locomotoras ténder o a los vagones ténder de una locomotora de vapor.
Como las locomotoras de vapor consumían grandes cantidades de agua, las aguadas se convirtieron en un elemento fundamental de las estaciones de ferrocarril, situándolas generalmente al final de los andenes o en depósitos.[1]
Con el fin de evitar las paradas necesarias para la recarga de agua, en la década de 1860 se inventó en Inglaterra un sistema consistente en un foso de recarga que permitía reabastecer una locomotora o su ténder en plena marcha.
El creciente uso de la electricidad y del diésel en detrimento del carbón ha mermado su importancia hasta caer en desuso en muchos países. En algunos casos tras ser restauradas se conservan como elementos meramente decorativos.