En instalaciones de cuidado de la salud, el aislamiento representa una de las distintas medidas que se pueden adoptar en la implementación del control de infecciones: la prevención de enfermedades comunicables de ser transmitidas desde un paciente a otro, a trabajadores sanitarios y a visitantes, o de personas externas a un paciente particular (aislamiento inverso). Existen varias formas de aislamiento, en algunas de las cuales se modifican los procedimientos de contacto, y otros en que el paciente se mantiene apartado de todas las demás personas. En un sistema ingeniado, y periódicamente revisado, por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de EE. UU. (CDC), los distintos niveles de aislamiento de pacientes comprenden la aplicación de uno o más "precaución" descrita formalmente.
El aislamiento es más generalmente utilizado cuándo se sabe que un paciente tiene una enfermedad viral o bacteriana contagiosa (transmissible de persona-a-persona) .[1] Se utiliza equipamiento especial para la gestión de pacientes en las diversas formas de aislamiento. Los más comunes incluyen elementos de equipamiento protector personal (batas, mascarillas, y guantes) y controles de ingeniería (habitaciones de presión positiva, habitaciones de presión negativa, equipamiento de flujo laminar de aire, y varias barreras mecánicas y estructurales).[2] Las salas de aislamiento dedicado puede estar pre-construidos en los hospitales o se pueden crear unidades de aislamiento designadas temporalmente en instalaciones en mitad de una emergencia de epidemia.
El aislamiento no tiene que confundirse con cuarentena o biocontención. La cuarentena es la separación obligatoria y confinamiento, con restricción de movimiento, de personas o grupos que han sido potencialmente expuestos a un microorganismo contagioso, a fin de impedir posteriores infecciones. Biocontención se refiere a bioseguridad de laboratorio en laboratorios de microbiología en que se lleva a cabo la contención física (BSL-3, BSL-4) de organismos altamente patógenos, a través de controles de ingeniería integrados.[3]
Cuándo el aislamiento se aplica a una comunidad o una área geográfica, se conoce como cordón sanitario o confinamiento. El aislamiento inverso de una comunidad, para proteger a sus habitantes de venideros contactos con una enfermedad contagiosa, se conoce como secuestración protectora.[4]