Albania fue una de las potencias involucradas en las guerras de los Balcanes entre el 8 de octubre de 1912 y el 18 de julio de 1914, cuando aún formaba parte del Imperio otomano.
La independencia de Albania se proclamó el 28 de noviembre de 1912. Este capítulo de la historia de Albania estuvo envuelto en la controversia y en el conflicto, como la mayor parte de la región independizada, que se encontraba controlada por la Liga de los Estados balcánicos: Serbia, Montenegro y Grecia. Desde el instante de la declaración de independencia hasta el momento en que esta fue reconocida, Albania renunció a muchas de las tierras originalmente incluidas en el nuevo Estado. Desde la proclamación de la independencia en noviembre de 1912, el Gobierno Provisional de Albania afirmó su control sobre una pequeña parte del centro de Albania, incluidas las ciudades importantes de Vlorë y Berat.