Alessandro Magnasco, conocido como il Lissandrino por su baja estatura (Génova, 4 de febrero de 1667-Génova, 12 de marzo de 1749), fue un pintor rococó del norte de Italia, célebre por sus escenas de género y paisajes poblados de figuras estilizadas, fantásticas y a menudo fantasmagóricas. Rudolf Wittkower le define como un pintor «solitario, tenso, extraño, místico, extático, grotesco, y sin relación con el curso triunfal de la escuela veneciana» desde 1710 en adelante.[1] Sin embargo, Magnasco encontró mecenas para su obra entre las familias destacadas de su época, incluyendo a los Arese y los Casnedi de Milán.[2]