De acuerdo con la definición botánica, las nueces son un tipo de fruto seco indehiscente (que no se abre cuando está maduro), generalmente uniloculares (fecundados en un ovario de una sola cavidad) y monospermo (compuesto por una sola semilla en su interior) y con un pericarpio duro.[1] Con esta definición, la bellota y la avellana son ejemplos botánicos de nueces. En términos culinarios y comunes, sin embargo, la palabra nuez se asocia principalmente al fruto del nogal, que botánicamente es una drupa,[2] y se extiende a frutos e incluso semillas que no son botánicamente nueces, como por ejemplo, almendras, pistachos, cacahuetes o anacardos.[3]