Aratta fue un antiguo estado situado en algún lugar de Oriente Medio o Asia meridional, cuyos orígenes pueden situarse aproximadamente entre 2500-2100 a. C. Es mencionado en las leyendas sumerias más antiguas, en particular en Enmerkar y el señor de Aratta, como un país rico y montañoso, situado "río arriba", y gobernado por un rey llamado Ensuh-keshdanna, que compite con Enmerkar, rey de Uruk. Los dos principales candidatos a la identidad de Aratta son las regiones montañosas de lo que después sería Urartu, el primer imperio armenio de la historia, y la recientemente descubierta civilización de Jiroft, en el sureste de Irán.
Aratta era conocida por sus metales, minerales y artesanos.[1] Era también una fuente de plata, oro y lapislázuli.[2] Se dice que la diosa Inanna se trasladó de Aratta a Uruk, jugando un papel que podría describirse como "fabricante de reyes".