El arenado, granallado o chorreado abrasivo es la operación de propulsar a alta presión un fluido, que puede ser agua o aire, o una fuerza centrífuga con fuerza abrasiva, contra una superficie para alisarla o eliminar materiales contaminantes.
El primer proceso de limpieza con chorro abrasivo fue patentado por Benjamin Chew Tilghman en 18 de octubre de 1870.[1][2]
Hay varias variantes del procedimiento, como pueden ser granallado,[3] arenado, SodaBlasting (la palabra sanblasteado, no existe), voladura, disparo o vidrio.[4]