Una armadura de placas, también llamada arnés, armadura completa o armadura blanca comenzó a utilizarse en la Baja Edad Media. Una armadura completa solía pesar de 20 a 30 kg, y estaba compuesta de numerosas piezas articuladas de acero o hierro ligadas con correas y remaches, habiendo instancias en las que se han llegado a documentar cientos en un solo arnés.