Un arrecife artificial es una estructura béntica marina o de agua dulce creada por el hombre.[1] Normalmente se construye en zonas con un fondo generalmente desprovisto de características para promover la vida marina y puede tener como objetivo controlar la erosión, proteger las zonas costeras, bloquear el paso de barcos, impedir el uso de redes de arrastre,[2] apoyar la restauración de arrecifes, mejorar la acuicultura o potenciar el submarinismo y el surf.[3] Los primeros arrecifes artificiales fueron construidos por los persas y los romanos.
Un arrecife artificial de oportunidad se construye a partir de objetos que estaban destinados a otros fines,[4] como el hundimiento de plataformas petrolíferas (a través del programa Rigs-to-Reefs), el hundimiento de barcos o el despliegue de escombros o restos de construcción. Los restos de naufragios pueden convertirse en arrecifes artificiales cuando se conservan en el fondo marino. Un arrecife artificial convencional utiliza materiales como el hormigón, que puede moldearse en formas especializadas (por ejemplo, Reef Ball Foundation). Los arrecifes artificiales ecológicos incorporan materiales renovables y orgánicos, como fibras vegetales y conchas marinas, para mejorar la sostenibilidad y reducir el consumo de energía, la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero.[4] En algunos casos, los arrecifes artificiales se han desarrollado como obras de arte.
Los arrecifes artificiales suelen ofrecer superficies duras donde se adhieren algas e invertebrados como cirrípedos, corales y ostras y espacios donde pueden esconderse peces de distintos tamaños. A su vez, la acumulación de vida marina adherida proporciona estructuras complejas y alimento para las poblaciones de peces.[1][5] El impacto ecológico de un arrecife artificial depende de múltiples factores, como su ubicación, su construcción y la edad y el tipo de especies implicadas.[6][7][8]
Se está investigando mucho sobre los métodos de construcción y los efectos de los arrecifes artificiales.[3][8][9] Muchos de los materiales utilizados al principio se consideran ahora indeseables.[6] Una revisión bibliográfica de 2001 sugería que aproximadamente la mitad de los arrecifes estudiados cumplían sus objetivos.[10] La planificación a largo plazo y la gestión continua se señalaron como factores esenciales para el éxito.[9][10][11] Un análisis más reciente de los arrecifes en todo el mundo entre 1990 y 2020 concluye que los arrecifes artificiales pueden ser herramientas útiles para restaurar los ecosistemas marinos si se diseñan estratégicamente para adaptarse a su ubicación específica y a sus necesidades de recursos.[6]
↑ abcBracho-Villavicencio, Carolina; Matthews-Cascon, Helena; Rossi, Sergio (julio de 2023). «Artificial Reefs around the World: A Review of the State of the Art and a Meta-Analysis of Its Effectiveness for the Restoration of Marine Ecosystems». Environments(en inglés)10 (7): 121. ISSN2076-3298. doi:10.3390/environments10070121.
↑ abMacura, Biljana; Byström, Pär; Airoldi, Laura; Eriksson, Britas Klemens; Rudstam, Lars; Støttrup, Josianne G. (12 de marzo de 2019). «Impact of structural habitat modifications in coastal temperate systems on fish recruitment: a systematic review». Environmental Evidence(en inglés)8 (1): 14. Bibcode:2019EnvEv...8...14M. ISSN2047-2382. doi:10.1186/s13750-019-0157-3.