Atentado a la AMIA | ||
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Equipos de las FDI durante la operación de búsqueda y rescate posterior al atentado. | ||
Lugar |
Calle Pasteur 633, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina | |
Coordenadas | 34°36′07″S 58°23′58″O / -34.60180556, -58.39944444 | |
Blanco | Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) | |
Fecha |
18 de julio de 1994 9:53 a. m. (UTC-3) | |
Tipo de ataque | Coche bomba o explosivos escondidos en un volquete | |
Muertos | 85[1] | |
Heridos | +300 | |
Sospechoso |
Hezbolá (Acusado),[2] Ibrahim Hussein Berro, Hadi Soleimanpour, Imad Mugniyah, Ali Fallahijan, Mohsen Rabbani, Ahmad Reza Asghari, Ahmad Vahidi, Mohsén Rezaí. En contra, el Mossad sostiene que no actuaron funcionarios ni agentes operativos de Irán. Para Israel son sospechosos los libaneses Hassan Karaki, Talal Hamia y Muhammad Nur al-Din.[3][4] | |
Motivación |
Hipótesis: A) Suspensión de la transferencia de tecnología nuclear argentina a Irán.[5] B) Participación argentina en la Guerra del Golfo.[6] C) Para el Mossad la motivación fue forzar a Israel a cesar los asesinatos de altos miembros del Hezbolá por temor a represalias.[3] | |
Acusado |
(Por la Cámara Federal de Casación Penal): Hezbolá (bajo el auspicio de organizaciones estatales de Irán)[7] | |
Condenado | Juan José Galeano, Hugo Anzorreguy, Carlos Telleldin, Eamon Mullen, José Barbaccia, Patricio Finnen, Carlos Castañeda. | |
El atentado a la AMIA fue un ataque terrorista con coche bomba[8] que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 18 de julio de 1994. Dos años antes, en un atentado similar, fue volada la embajada de Israel en Argentina que causó la muerte de 22 personas.
Con un saldo de 85 personas asesinadas y 300 heridas,[9][10][11] algunas fuentes lo consideran el mayor atentado terrorista de la historia argentina.[12][13][14][15] Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos ubicados fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial.[16][17] La comunidad judeoargentina con casi 300 000 personas, de las cuales más del 80 % vive en la Ciudad de Buenos Aires, es la sexta mayor del mundo.[18][19]
En 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner y después de doce años de investigación, el fiscal especial a cargo de la investigación basado en informes de los servicios de inteligencia argentino, estadounidense e israelí, acusó formalmente, al gobierno de Irán de aquel entonces, de planificar el atentado y al partido Hezbolá del Líbano, de ejecutarlo.[20][21][22][23][24] Dando crédito a la llamada pista iraní, consideró que el atentado fue resuelto en una reunión de los máximos integrantes del gobierno de Irán y fue llevada a cabo por la organización terrorista libanesa Hezbolá, que respondía al gobierno iraní.[25] Irán, por su parte negó estar relacionado con el atentado.[26] La justicia argentina imputó a ocho funcionarios iraníes y un ciudadano libanés de ser los autores,[27] contra los que ordenó alertas rojas de captura de la Interpol que fueron aprobadas.[2][5][28] Según la investigación, Argentina fue elegida como blanco del ataque tras la decisión del gobierno argentino de suspender un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán.[5][29] En septiembre de 2003, uno de los imputados, el exembajador iraní en la Argentina, Hadi Soleimanpour, fue detenido en Gran Bretaña, acusado de ser partícipe necesario, pero la justicia británica rechazó su extradición y fue liberado.[30][31]
Durante los primeros años de investigación, la justicia argentina con apoyo de funcionarios del gobierno de Carlos Menem, encubrió el atentado armando una causa para imputar a expolicías de la provincia de Buenos Aires (que permanecieron casi una década presos) y llevarlos a juicio.[32] El llamado "primer juicio" se inició en 2001 contra 22 acusados de ser la conexión local y haber facilitado la camioneta con explosivos. Durante el mismo (2001-2004) los presidentes Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner eximieron a los agentes de inteligencia de su deber de guardar el secreto de las operaciones al momento de declarar como testigos, dejando al descubierto un amplio encubrimiento en el que habían participado el juez de la causa, dos de los tres fiscales, altos funcionarios del gobierno de Menem y los servicios de inteligencia. El 2 de septiembre de 2004 el tribunal dictó sentencia absolviendo a todos los acusados y ordenando su liberación.[32] Como consecuencia del fallo fueron destituidos el juez de la causa Amia, Juan José Galeano, y dos de los tres fiscales, José Barbaccia y Eamon Mullen, por las supuestas irregularidades cometidas en la investigación, especialmente el pago ilegal de 400 mil dólares a Carlos Telleldin, presunto facilitador de la camioneta utilizada como coche bomba.[33]
En 2004 el presidente Néstor Kirchner creó una fiscalía especial para el caso AMIA, conocida como UFI-AMIA, y designó para dirigir la misma al fiscal Alberto Nisman, el único de los tres fiscales no comprometido en el encubrimiento. En 2006 el fiscal Nisman, luego de reexaminar toda la causa y cruzar cerca de 300 millones de llamados telefónicos, aseguró tener nuevas pruebas.[34] Entonces el nuevo juez de la causa por el atentado, Rodolfo Canicoba Corral, quien reemplazaba al juez Galeano, volvió a ordenar la captura de los siete exfuncionarios iraníes y un miembro operativo libanés del Hezbolá acusados por la fiscalía.[2][5][35][36][37]
Desde entonces, los distintos gobiernos argentinos han requerido a Irán, sin éxito, la extradición de sus ciudadanos acusados por el ataque para ser juzgados por un tribunal argentino o extranjero.[38][39][40][41][42]
En 2005 los fiscales Nisman y Marcelo Martínez Burgos informaron que el conductor suicida había sido identificado como Ibrahim Hussein Berro,[43] pero doce años después el FBI realizó el análisis del ADN perteneciente al terrorista muerto en la AMIA y estableció que no pertenecía a Berro.[44] Ese mismo año el juez Claudio Bonadío fue removido como titular de la causa AMIA por "falta de imparcialidad".[45]
En 2013, el Congreso argentino ratificó un Memorándum de entendimiento Argentina-Irán, firmado por el gobierno argentino con el supuesto fin de destrabar la causa estableciendo un mecanismo para tomar declaración indagatoria a los iraníes acusados en su país. Sin embargo, en enero de 2015, el fiscal Nisman, presentó una denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el excanciller Héctor Timerman y otros funcionarios, considerando que el Memorándum constituía parte de un plan delictivo orientado a encubrir a los iraníes acusados en la causa.[46][47]
El lunes 18 de enero de 2015, horas antes de tener que presentarse ante el Congreso para informar sobre la denuncia presentada el miércoles anterior, y poco antes de iniciarse el juicio por encubrimiento (AMIA 2), Nisman fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires.[48][49][50][51] En 2018, la Cámara Criminal y Correccional Federal afirmó que se trató de un asesinato, sin elevar la causa a juicio.[52][53] La muerte de Nisman, cuya investigación aún no había concluido seis años después, al iniciarse 2021, ha estado en el centro de una fuerte disputa política, incluso entre las víctimas del atentado.[54][55][56] Hacia 2022 la causa aún no había sido elevada a juicio y tiene un solo procesado, Diego Lagomarsino, subordinado de Nisman y propietario del arma que causó la muerte del fiscal.
En marzo de 2018 la Justicia dijo que debía elevarse a juicio la causa por encubrimiento al firmar el Memorándum,[57][58] pero nunca se llegó al juicio, en cambio, en octubre de 2021 el tribunal resolvió que el Memorándum no constituía un delito ni había formado parte de un delito porque era una decisión política, liberando de cargos a todas las personas señaladas. Lo jueces sobreseyeron a Cristina Kirchner por “inexistencia de delito” y decidieron que no habría juicio.[59] El fallo fue apelado por los familiares de las víctimas..
Pocos meses después de la muerte de Nisman se inició el segundo juicio de la AMIA, preparado por Nisman, en el que el principal acusado era el expresidente Menem. El 28 de febrero de 2019 se dictó sentencia y fueron condenados por encubrimiento y corrupción el exjuez de la causa, Juan José Galeano, el exjefe de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy, el reducidor de autos Carlos Telleldin y otros funcionarios del Estado argentino. El expresidente Carlos Menem y el expresidente de la DAIA, Rubén Beraja, fueron absueltos.[60] Los exfiscales fueron condenados por incumplimiento de los deberes de funcionario público pero absueltos de los otros cargos.[49]
En marzo de 2017 el jefe de la Unidad AMIA del Poder Ejecutivo, Mario Cimadevilla, denunció por corrupción y encubrimiento a su superior, el ministro de Justicia Germán Garavano, bajo la presidencia de Mauricio Macri.[61]
En mayo de 2019 comenzó el tercer juicio, nuevamente contra Carlos Telleldín, acusado de ser partícipe necesario del atentado, por haber acondicionado y entregado al autor o autores directos del atentado, la camioneta Traffic que fue utilizada como coche bomba,[62] que terminó el 23 de diciembre de 2020, con la absolución de culpa y cargo.[63]
El 19 de julio de 2019, la Oficina del Tesoro de Estados Unidos anunció que un ciudadano colombiano, llamado Salman Raouf Salman, perteneciente a la organización libanesa Hezbolá, había sido el coordinador del atentado a la AMIA en 1994 y ofreció una recompensa de siete millones de dólares por información que permitiera detenerlo.[64] El gobierno de Irán le ofreció una sepultura en el cementerio de los mártires a Imad Mugniyah, unos de los sospechosos con pedido de captura, publicó un sello postal en su memoria y le dio su nombre a una calle en Teherán.[65]
En 2022 una investigación del Mossad afirmó que el gobierno de Irán fue el autor intelectual que ordenó que se ejecutara el ataque, y "desliga a Irán de actuar con agentes operativos en el país en la realización de los ataques contra la AMIA y la Embajada". La investigación dice que Irán aprobó y financió los atentados, y suministró el entrenamiento y el equipo para ambos atentados, contra la AMIA y contra la embajada, que fue llevado a cabo por agentes operativos libaneses pertenecientes a Hezbolá. El informe israelí identificó a las personas que integraron el grupo operativo como Hassan Karaki, Talal Hamia y Muhammad Nur al-Din -este último muerto en la explosión-, todos ellos libaneses, razón por la cual Israel solicitó la detención internacional de los dos primeros.[3][4]
En 22 de julio de 2022 el New York Times publicó una nota dando cuenta de un informe del Mossad sobre los atentados a la AMIA y a la embajada. Textualmente el artículo dice que «Dos ataques terroristas contra objetivos israelíes y judíos en Buenos Aires en la década de 1990 en los que murieron decenas de personas fueron llevados a cabo por una unidad secreta de Hezbolá cuyos agentes, contrario a las afirmaciones generalizadas, no fueron ayudados a sabiendas por ciudadanos argentinos ni asistidos en el terreno por Irán, según una investigación del Mosad, el servicio secreto de Israel... Aunque el Mosad enfatiza que la inteligencia israelí aún cree que Irán, que respalda a Hezbolá, aprobó y financió los atentados y suministró el entrenamiento y el equipo, las averiguaciones refutan las afirmaciones sostenidas por mucho tiempo por Israel, Argentina y Estados Unidos de que Teherán tuvo un papel operativo. También rebaten las sospechas en Argentina de que funcionarios locales y ciudadanos habían sido cómplices de los ataques.» El artículo afirma también que «Sebastián Basso, el jefe de la unidad de investigación argentina que investiga el ataque al centro comunitario, dijo el jueves que Irán 'fue el autor intelectual' de la operación.»[3][4]
En noviembre de 2022, el fiscal Sebastián Basso consideró que existían en la causa suficientes pruebas para imputar a cuatro nuevos sospechosos de haber actuado en el atentado y solicitó al juez que ordenara la captura internacional de los mismos a los fines de ser sometidos a declaración indagatoria. Seis meses después el juez aceptó el pedido y ordenó la captura internacional de cuatro nuevos imputados: Farouk Abdul Hay Omairi, Abdallah Salman (a) José Salman El Reda, Hussein Mounir Mouzannar y Alí Hussein Abdallah. En noviembre de 2023 Omairi fue localizado en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú y el gobierno de ese país ofreció al gobierno argentino juzgarlo en Brasil, atento el hecho de que Omairi se ha nacionalizado brasileño.[66][67][68]
En 2023, la AMIA recibió una amenaza de bomba.[69] En 2023, en segunda instancia, la Cámara Federal de Casación revocó el sobreseimiento con el que Cristina Fernández de Kirchner se había beneficiado y ordenó que fuera juzgada por el supuesto encubrimiento por el que la acusaba Alberto Nisman por el memorandum de entendimiento.[70][71] Los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA habían reclamado que se hiciera el juicio oral contra la ex presidenta.[72]
En abril de 2024, la Justicia argentina confirmó que el gobierno de Irán fue el autor intelectual del atentado y quien ordenó que se ejecutara. La Cámara de Casación Penal dio por probado que Irán organizó la masacre y la calificó como un delito de lesa humanidad.[73] Los jueces de segunda instancia, Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Ángela Ledesma, fallaron que el atentado respondió a un designio político y estratégico de Irán que fuera ejecutado por la organización terrorista Hezbolá.[74][75]
También en abril de 2024, 30 años después del atentado, en la causa sobre el encubrimiento (AMIA 2), la Cámara de Casación Penal, integrada por los jueces de segunda instancia, Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Ángela Ledesma, al resolver sobre la apelaciones de los condenados, redujeron las penas del exjuez Juan José Galeano y el exjefe del servicio de Inteligencia Hugo Anzorreguy.[76][77][78] En su voto, uno de los tres jueces del tribunal, Carlos Mahíques, consideró que “la motivación de ese atentado (no la única), y la del cometido dos años antes contra la sede de la embajada de Israel se originó principalmente en la decisión unilateral del gobierno argentino (motivado en un cambio de la política exterior del país operado entre fines de 1991 y mediados de 1992) de rescindir tres contratos de provisión de material y tecnología nuclear acordados con la República Islámica de Irán... El atentado de 1994 en Buenos Aires fue organizado, planificado, financiado y ejecutado bajo la dirección de las autoridades del Estado Islámico de Irán, en el marco de la Jihad Islámica, y con la intervención principal de la organización política y militar Hezbolá".[79][80][76][77][78]
El 14 de junio de 2024, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a la Argentina por múltiples violaciones del Estado argentino en perjuicio de las víctimas del atentado y sus familiares, incluyendo haber sufrido discriminación y vulneración de los derechos a las garantías judiciales, a la protección judicial y al acceso a la información.[81][82] La demanda había sido realizada por la asociación civil Memoria Activa.[82] La Corte impuso al Estado argentino catorce reparaciones, incluyendo el reconocimiento público de su responsabilidad; la realización y proyección nacional de un documental coordinado por las víctimas o sus familiares, sobre las violaciones constatadas y el impacto que tuvieron en las víctimas; la creación de un archivo histórico accesible a todo el público, sobre los hechos del atentado, la investigación, su encubrimiento y el rol de las asociaciones de víctimas, para el esclarecimiento de la verdad; la capacitación de los fiscales federales a la luz de las violaciones constatadas en el juicio; desclasificación de documentos secretos; pleno acceso a las víctimas a todos los procesos judiciales, investigaciones y expedientes judiciales y administrativos relacionados; creación de un área específica de análisis de la totalidad de la documentación de inteligencia.[82] La Corte concedió al Estado argentino un año para informar sobre las medidas adoptadas para cumplir la sentencia.[82]
El 5 de diciembre de 2024 la Corte Suprema de Justicia declaró inadmisible el recurso extraordinario interpuesto por Cristina Fernández de Kirchner y otras diez personas contra la sentencia que revocó su sobreseimiento en la causa del Memorándum con Irán habilitando en consecuencia la elevación de la causa a juicio oral tal como lo resolvió la Sala I de la Cámara Federal de la Casación Penal en 2023.[83][84][85][86]
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