Cuadro alegórico. Puede parecer una mujer negra de pelo blanco, pero en realidad ese "pelo" consiste en mariposas. El autodescubrimiento implica que la persona averigua lo que realmente tiene en la cabeza.
El autodescubrimiento es el intento de una persona para determinar cómo se siente realmente acerca de cuestiones espirituales[1]o prioridades,[2] [3] en lugar de seguir las opiniones de la familia, amigos, vecindario[4] o la presión de los compañeros. También es la consecución exitosa de ese intento. El autodescubrimiento puede realizarse a través de un viaje, una peregrinación,[5] un libro, meditación, atención plena (mindfulness), un diario personal[6] u otro tipo de experiencia o práctica. Se ha asociado con el zen.[7]
Un término relacionado es "encontrarse a uno mismo". Se han identificado diferentes etapas en el proceso de encontrarse a uno mismo.[8] Las culturas de todo el mundo han desarrollado una variedad de modalidades en el descubrimiento de uno mismo. Uno de los pasos suele ser acceder a un nivel de consciencia más elevadoː[9] el individuo, además de ser consciente de sí mismo, empieza a ser consciente de que forma parte de un todo.
Un viaje de autodescubrimiento es un tema habitual en la literatura. A veces se utiliza para impulsar la trama de una novela, película u obra de teatro.[2] [10]