Aves | ||
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Rango temporal: Maastrichtiano – presente, 72–0 Ma[1][2] Posible origen en el Cretácico temprano o a comienzos del Cretácico tardío basado en análisis con relojes moleculares[3][4][5] | ||
Varios tipos de aves: Fila 1: Turaco crestirrojo, picozapato, rabijunco común | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: |
Aves[nota 1][6] Linnaeus, 1758[7] | |
Subclases | ||
Aves es una clase de animales vertebrados homeotermos con los miembros anteriores transformados en alas, el cuerpo cubierto de plumas y un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.
Las aves se originaron a partir de dinosaurios terópodos a finales del Jurásico, hace más de 165-150 millones de años atrás y son los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la extinción masiva del final del Mesozoico.[8] La sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es resultado de evolución convergente, pues no existió un ancestro común a ambos grupos que tuviera este rasgo. Su evolución dio lugar, tras una fuerte radiación, a las más de 11.000 especies actuales[9] (y más de 150 extintas en tiempos históricos). Las aves son los tetrápodos más diversos; sin embargo, tienen una gran homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre pueden definirse por morfología, pero con el análisis de ADN han empezado a esclarecerse.
Las aves, al ser dinosaurios terópodos emplumados, constituyen los únicos dinosaurios vivos conocidos. Asimismo, las aves se consideran reptiles en el sentido cladístico moderno del término, y sus parientes vivos más cercanos son los cocodrilos. Las aves son descendientes de los avianos primitivos (cuyos miembros incluyen a Archaeopteryx) que aparecieron por primera vez durante el Jurásico Superior. Según algunas estimaciones, las aves modernas (Neornithes) evolucionaron en el Cretácico Superior o entre el Cretácico Inferior y Superior (hace 100 millones de años) y se diversificaron drásticamente alrededor de la época del evento de extinción masiva del Cretácico-Paleógeno hace 66 millones de años, que acabó con los pterosaurios y todos los dinosaurios no avianos.
Las aves habitan en todos los ecosistemas terrestres, en los acuáticos continentales, y algunas están adaptadas a alimentarse en la superficie marina. Su tamaño puede ser desde 6,4 cm en el colibrí zunzuncito hasta 2,74 metros en el avestruz. Los comportamientos son diversos y notables, como en la anidación, los cuidados parentales, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en grupos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Algunas emiten gran diversidad de sonidos.
El ser humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de alimento. Las canoras y los loros son populares como mascotas. Se usa el plumón de patos y gansos domésticos para rellenar almohadas y se cazaban muchas aves para adornar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se usa en la fertilización de suelos. Algunas aves son reverenciadas o repudiadas por motivos religiosos o supersticiones. Muchas son símbolos culturales y referencia frecuente para el arte. En los últimos quinientos años se han extinguido más de 150 especies como consecuencia de actividades humanas[10] y, hasta el año 2023 son más de 1.300 las especies de aves amenazadas que necesitan esfuerzos para su conservación.[11]
La especialidad de la zoología que estudia específicamente a las aves se denomina ornitología.
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