Según algunas leyendas, cuentos y tradiciones, una bala de plata es el único tipo de munición para un arma de fuego que resultaría efectiva para matar licantropos, brujas y a otras criaturas fantásticas. El término también es una metáfora de una solución simple, aparentemente mágica, para un problema difícil: por ejemplo, la penicilina fue una bala de plata que curó muchas infecciones bacterianas.