Los barrios de barracas han formado parte de la historia de la ciudad de Barcelona por lo menos desde la década de 1870. Este tipo de asentamientos irregulares acostumbraban a situarse en zonas no edificables; y además de la precariedad estructural de los edificios sufrían un déficit en servicios asistenciales como agua corriente, electricidad, recogida de basuras o alcantarillado. La mayoría de sus habitantes provenían de otras partes de Cataluña, de la Comunidad Valenciana, de Murcia y de Andalucía, aunque la mayoría de la población inmigrada tampoco vivió nunca en barracas, ni fue esta la forma mayoritaria de inserción de los inmigrantes en la ciudad.[1][2]
Aunque los asentamientos fueron cambiando, desapareciendo algunos y creándose otros a lo largo del tiempo, la guía sobre el barraquismo del Museo de Historia de Barcelona señala tres núcleos principales de barracas que son la zona del litoral (con el Somorrostro, Pequín o el Campo de la Bota), Montjuic (con Tres Pins o Can Valero), y los montes del Carmelo y de la Rovira. Además también existieron núcleos en diversas áreas menores diseminadas por la falda de la sierra de Collserola, así como otros núcleos de barracas en los espacios intersticiales del tejido de la ciudad, tanto en islas de casas en los extremos del Ensanche como en las zonas de contacto entre Sants y Les Corts y Hospitalet, o incluso en los pasillos de los edificios (en 1930 había 1600 viviendas ubicadas en pasillos).[1][3] Los asentamientos del Ensanche fueron algunos de los más volátiles, que se desalojaban a medida que se iba ampliando la ciudad, y los del litoral y los de Montjuic fueron los más constantes. A partir de 1940 se consolidaron los núcleos del Carmelo y de La Perona, absorbiendo parte de los vecinos expulsados de otros barrios en la década de los 60.[1][4]
A partir del siglo XXI la población de los barrios de barracas de Barcelona ha ido transformándose, y se calcula que hay alrededor de 1000 personas viviendo en barracas distribuidas por distintos barrios de la ciudad. La mitad de ellas se encuentran en el distrito de Sant Martí. Suelen ser personas inmigrantes del África subsahariana o del Magreb, y gitanos de Europa del Este, Galicia o Portugal, y un 20 % son mujeres.[5][6][7][8]
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