La batalla de Krasos fue un enfrentamiento que se produjo en el marco de las guerras árabo-bizantinas en agosto del 804 entre los bizantinos dirigidos por el emperador Nicéforo I y el ejército del Califato abasí al mando de Ibrahim Ibn Jibril. La entronización de Nicéforo en el 802 marcó la reanudación de las hostilidades entre bizantinos y árabes. Al finalizar del verano de 804, los abasíes invadieron Asia Menor durante una de sus habituales incursiones en la región. Nicéforo decidió salirles al paso. Sin embargo, fue sorprendido en Krasos, vencido con grandes pérdidas y salvó la vida con dificultad. A continuación, se firmó una tregua y se acordó un intercambio de prisioneros. A pesar de la derrota y de la gran invasión abasí del año siguiente, Nicéforo continuó la contienda hasta que las revueltas en las provincias orientales del califato obligaron a los abasíes a concluir la paz.