En la Batalla de Caldiero el 12 de noviembre de 1796, el ejército austriaco liderado por József Alvinczi se enfrentó contra un ejército de la Primera República francesa comandada por Napoleón Bonaparte. Los franceses asaltaron las posiciones austriacas, defendida inicialmente por la avanzadilla del ejército al mando del príncipe Federico Francisco Javier de Hohenzollern-Hechingen. Los defensores se mantuvieron firmes hasta que llegaron refuerzos por la tarde para hacer retroceder a los franceses. Esto supuso un revés táctico poco habitual para Bonaparte, cuyas fuerzas se retiraron a Verona esa misma tarde tras haber sufrido mayores pérdidas que sus adversarios. La acción tuvo lugar durante la Guerra de la Primera Coalición, que formaba parte de las Guerras revolucionarias francesas. Caldiero es una ciudad situada a unos 15 km al este de Verona.
La batalla fue parte del tercer intento austríaco por aliviar el Asedio de Mantua. Dos fuerzas austríacas convergieron hacia Mantua: el ejército principal desde el este y un cuerpo independiente desde el norte. Ambas fuerzas obtuvieron éxitos iniciales, obligando a retroceder a las fuerzas francesas, que estaban en inferioridad numérica. Cuando el ejército principal llegó a una posición que amenazaba Verona, Bonaparte ordenó a las divisiones de André Masséna y Pierre Augereau atacar. La tenaz resistencia austríaca y el mal tiempo contribuyeron a la derrota francesa. Poco después, Bonaparte emprendió una nueva estrategia que concluyó con una derrota austríaca en la Batalla de Arcole pocos días después.