La batalla de Feldkirch (23 de marzo de 1799) fue un enfrentamiento que se dio entre un cuerpo republicano francés, dirigido por André Masséna, y una fuerza austriaca mucho más débil comandada por Franjo Jelačić. Con la tarea de defender posiciones fortificadas, los austriacos rechazaron a todas las columnas francesas, aunque la lucha duró hasta el anochecer. Esta y otras derrotas de los franceses en el sur de Alemania hicieron que Masséna se pusiera a la defensiva. Este combate ocurrió en la ciudad austriaca de Feldkirch, Vorarlberg, ubicada a 158 km al oeste de Innsbruck.
Con un pretexto cuestionable y endeble, un ejército de la república francesa invadió Suiza en enero de 1798 y forzó al país a entablar una alianza que se vio marcada por revueltas ocasionales. Al inicio de las hostilidades con Austria, a principios de 1799, Masséna estaba al mando del Ejército de Helvetia. Pasando a la ofensiva, los franceses derrotaron a los austriacos en Maienfeld, Chur y Feldkirch los días 6 y 7 de marzo. Con la orden de atacar Feldkirch a finales de marzo por su superior Jean-Baptiste Jourdan, Masséna lo hizo con tropas que estaban al mando de Nicolas Oudinot. Las derrotas de Jourdan en Ostrach y Stockach pronto obligaron a los franceses a retroceder.