La batalla de Notio (o Éfeso) en 406 a. C., fue una victoria naval espartana en la guerra del Peloponeso. Antes de la batalla, el estratego ateniense Alcibíades, dejó a su timonel, Antíoco, al mando de la flota ateniense, que estaba bloqueando a la flota espartana en Éfeso. En violación de sus órdenes, Antíoco intentó atraer a los espartanos a la batalla tentándolos con una pequeña fuerza como señuelo. Su estrategia fracasó, y los espartanos bajo el mando de Lisandro, consiguieron una pequeña victoria, pero simbólicamente importante, sobre la flota ateniense. Esta victoria tuvo como consecuencia la caída de Alcibíades y dejó claro que Lisandro era un comandante que podía derrotar a los atenienses en el mar.