Bergen-Belsen fue un campo de concentración nazi en la Baja Sajonia, Alemania, cerca de las ciudades de Bergen y Belsen, junto a Celle. Fue fundado como un campo de prisioneros de guerra de la Wehrmacht,[1] pero en 1943 se convirtió en un campo de concentración de las SS. Al principio alojaba judíos para intercambiarlos por prisioneros de guerra alemanes.[2] Luego, se amplió para alojar judíos de otros campos.
De 1941 a 1945, murieron allí más de 50 000 prisioneros, entre los cuales hubo unos 20 000 prisioneros de guerra soviéticos.[3] El hacinamiento, la falta de alimentos y las malas condiciones sanitarias causaron brotes de tifus, tuberculosis, fiebre tifoidea y disentería, lo que provocó la muerte de más de 35 000 personas en los primeros meses de 1945, poco antes y después de la liberación.
El campo fue liberado el 15 de abril de 1945 por la 11.ª División Blindada del Reino Unido.[4] Los soldados descubrieron 60 000 prisioneros, la mayor parte de los cuales estaban medio muertos de hambre y enfermos;[5] 13 000 cadáveres tirados por el campamento sin enterrar.[6] Los horrores del campo, documentados en películas y fotografías, hicieron que Belsen fuera un lugar emblemático de los crímenes nazis para la opinión pública de muchos países.
Después de 1945 este nombre se aplicó a un campo de personas desplazadas que se estableció cerca de allí.
En la actualidad, tiene un monumento con una sala de exposiciones.