Blesila[1]o Blaesilla (364–384), fue una viuda romana y discípula de san Jerónimo. La Iglesia católica venera su santoral el 22 de enero. Nacida de una rica familia senatorial de Roma, era la hija mayor de Paula de Roma y hermana de Eustoquia, quienes pertenecían a un grupo de adineradas mujeres cristianas que seguían las enseñanzas de Jerónimo. Blesila enviudó a los 18 años, e inicialmente disfrutó de su libertad como viuda, pero tras una fiebre que puso en peligro su vida, se convirtió en «una mujer cambiada»[2] y una asceta severa, practicando el ayuno como disciplina espiritual. Tal extremo ayuno la debilitó dramáticamente y murió apenas cuatro meses después, a la edad de 20 años.
La muerte de Blesila fue causa de una «amarga controversia» en Roma,[3]en la que muchos romanos culparon a Jerónimo por su muerte y exigieron que fuera expulsado de Roma. Con el tiempo, Jerónimo abandonó Roma, junto con la madre y la hermana de Blesila, para vivir como asceta en Tierra Santa. La mayor parte de lo que se conoce sobre la vida de Blesila proviene de los escritos de Jerónimo, en los que describió su piedad y su virtud. Inspiró también a Jerónimo a que tradujera el libro del Eclesiastés. Escritores e investigadores modernos han relacionado a Blesila con el trastorno alimentario de la anorexia nerviosa. Ha sido llamada una «antigua mujer que se mató de hambre en nombre de Cristo»[4] y «la primera víctima de la anorexia nerviosa, descrita en la literatura»,[5] y ha sido comparada con pacientes modernas con tal diagnóstico.