El bocage es un paisaje compuesto de pequeñas parcelas irregulares (tierras de cultivo y prados), también llamados bardisas, separadas entre sí por setos vivos, muretes y terraplenes, y por árboles que a menudo bordean los caminos.[1] El bocage es típico de las regiones atlánticas de Europa como Francia (Normandía, Bretaña, Vandea y Boulonnais), Irlanda, Gran Bretaña y España (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), encontrándose también de manera abundante en la isla de Menorca (legado de la época británica) y en otras latitudes más septentrionales cercanas al mar del norte, como el sureste de la península de Jutlandia en Dinamarca y gran parte de la región de Schleswig-Holstein en Alemania, así como en amplias regiones del interior de Francia como partes de Borgoña y parte de las regiones montañosas del Macizo Central de los Alpes y de los Pirineos.