Las bolas chinas o esferas intravaginales (también Ben Wa o geisha) son, en su configuración más habitual, dos esferas ligeras unidas por un lazo que se pueden introducir en la vagina. Tienen en su interior otras esferas más pequeñas. Mediante el movimiento las bolas interiores golpean con las exteriores y realizan una especie de efecto vibratorio, produciendo sensaciones placenteras. Al margen de su uso recreativo, su aplicación vaginal también se identifica como un medio muy eficaz para el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico.[1]