El Brandy de Jerez es un brandy español producido en el Marco de Jerez obtenido a partir de la destilación de vinos jóvenes y afrutados totalmente aptos para el consumo, y su posterior envejecimiento en los Sherry Casks (toneles o barricas de roble americano de 500 l de capacidad que han albergado algunos de los Vinos de Jerez con anterioridad).
Este destilado se comercializa con un contenido alcohólico de entre 36 y 45% VOL.
El Brandy de Jerez es, junto al coñac y el armañac franceses, una de las pocas bebidas espirituosas que se obtiene de la destilación de vinos de la mejor calidad. El término Brandy es una adaptación del término original holandés «brandewijn» o vino quemado.
Aunque la fecha exacta del nacimiento del Brandy de Jerez no se conoce, la tradición oral atribuye su aparición a una demora en la entrega de un aguardiente de vino, alrededor del año 1870, para unos monjes franceses en las Bodegas Pedro Domecq, actualmente Bodegas Fundador, que al reposar en botas de roble ya envinadas con Vinos de Jerez, se añejó y empezó a adquirir cualidades de finura y sabor.