COVID persistente | ||
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Paciente recibiendo oxigenoterapia en UCI. Los pacientes de COVID-19 que son ingresados en UCI son más propensos a desarrollar COVID persistente. | ||
Especialidad | Enfermedades infecciosas | |
Síntomas | Fatiga, disnea de esfuerzo, dolor de cabeza, depresión[1] | |
Duración | Desconocida[1] | |
Causas | Complicaciones de la COVID-19[1] | |
Factores de riesgo | Diabetes, obesidad, edad avanzada, enfermedades cardiovasculares[1] | |
Diagnóstico diferencial | Reinfección de COVID-19[1] | |
Tratamiento | Ejercicio terapéutico individualizado, tratamiento de las comorbilidades y patologías concomitantes[1] | |
Sinónimos | ||
Síndrome pos-COVID-19, COVID-19 crónica | ||
El COVID-19 persistente,[2] también conocido como síndrome pos-COVID-19 o COVID-19 crónica,[3][4] es un término utilizado para describir una serie de síntomas a largo plazo que aparecen como secuelas tras el padecimiento de la COVID-19. Aunque no existe una definición exacta de la enfermedad,[5] se ha descrito como un cuadro clínico caracterizado por la persistencia de síntomas más allá de las cuatro semanas tras el comienzo de los síntomas agudos de la COVID-19 y que puede incluir síntomas propios de la enfermedad en su fase aguda, síntomas derivados de daños a diferentes órganos producidos por la enfermedad y efectos del tratamiento o la hospitalización por COVID-19. Los síntomas más frecuentes del COVID persistente incluyen fatiga, dificultad para respirar, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, anosmia, tos, depresión, y fiebre baja.[1] Es más común en pacientes de sexo femenino y con comorbilidades como diabetes mellitus, obesidad y síndrome metabólico, así como en aquellos que han sufrido COVID-19 severa con ingreso en UCI. Su tratamiento consiste primordialmente en la realización de ejercicio terapéutico adaptado e individualizado, y en el tratamiento de enfermedades concomitantes.