Los campos petroleros de Lago Agrio son un área rica en petróleo, en la provincia de Sucumbíos en Ecuador, descubierta en los años 60. Estos campos son conocidos internacionalmente por los serios problemas ecológicos que las compañías petroleras han creado como contaminación del suelo, agua, deforestación, problemas a la salud, que acarrea problemas culturales.
Desde 1993 los abogados representantes de los residentes locales, buscaron forzar a la excompañía Texaco, y la ahora nueva compañía Chevron Corporation a limpiar el área y resarcir a los presuntos afectados. Dichas iniciativas concluyeron al sentenciar la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya en 2018 que los contrincantes de Chevron descansaron en "fraude, sobornos y corrupción." Al abogado que demandó a Chevron se le retiró permanentemente su licencia para practicar leyes y se le condenó por fraude y un patrón de actividad mafiosa.[1]