La célula de Grove es una temprana celda eléctrica que lleva el nombre de su inventor, el químico británico William Robert Grove que la puso a punto en 1839,[1] y que consiste en un ánodo de zinc en ácido sulfúrico diluido y un cátodo de platino en ácido nítrico concentrado, ambos separados por una olla de cerámica porosa.