Un ciborio (del griego: κιβώριον, ciborion; latín: ciborium, "copa", "copón") es un elemento arquitectónico consistente en un baldaquín que corona un altar o tabernáculo, especialmente en los templos cristianos antiguos.[1]
Se apoya generalmente en cuatro columnas de madera, piedra o metal, unidas entre sí mediante arcos y cubiertos por un techo plano o con forma de pequeña cúpula. Tiene como finalidad proteger y resaltar el altar o, específicamente, el Sagrario que es el lugar en el cual se deposita el copón, con la reserva Eucarística.
Puede ser considerado un sinónimo de baldaquín o baldaquino,[1] hablándose de «ciborio» en la arquitectura paleocristiana, bizantina y románica, y «baldaquino» a partir del renacimiento. Para la época gótica puede verse usado uno u otro término.