La coherencia es la forma de los textos bien estructurados que permite concebirlos como entidades semánticamente comunitarias, de manera que las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal, o tema, de manera que el lector pueda encontrar el significado global de la comunicación del texto. Así, del mismo modo que los diversos capítulos de un libro, que vistos por separado tienen significados unitarios, se relacionan entre sí, también las diversas secciones o párrafos se interrelacionan para formar capítulos, y las oraciones, frases para formar párrafos. La coherencia está estrechamente relacionada con la cohesión; con la diferencia de que la coherencia es un procedimiento macrotextual y la cohesión es un procedimiento microtextual.
Se dice que un escrito es coherente cuando las ideas que se exponen en él, guarda una cierta relación en ella para hacerlo entendible. La coherencia es la propiedad de los discursos para establecer relaciones de significado entre todas sus unidades para mejor comprensión.
Al escribir un texto o discurso debes considerar la función que éste tendrá y también lo que quiere expresar. Por ejemplo, en un texto de ficción, como una fábula, es creíble que los animales hablen y actúen como humanos. Pero es una noticia, no es creíble ni coherente escribir sobre "elefantes que hablan". Los conocimientos sobre cómo funcionan las cosas en diferentes situaciones contribuyen a darle coherencia a un texto, es decir, a darle una lógica y ordenar sus conocimientos.