Los cojinetes de fluidos son un tipo de cojinetes en los que la carga es soportada por una capa delgada de líquido o gas presurizados que se mueven rápidamente entre las superficies de apoyo.[1] Dado que no hay contacto entre las partes móviles, no hay fricción, lo que permite que tengan menor rozamiento, desgaste y vibración que muchos otros tipos de cojinetes. Por lo tanto, es posible que experimenten un desgaste prácticamente nulo si se operan correctamente.[1]
Se pueden clasificar en términos generales en dos tipos: cojinetes fluidodinámicos (también conocidos como cojinetes hidrodinámicos) y cojinetes hidrostáticos. Los cojinetes hidrostáticos se caracterizan por estar presurizados externamente; el fluido utilizado suele ser aceite, agua o aire; y se presurizan mediante una bomba. Por su parte, los cojinetes fluidodinámicos dependen de la alta velocidad del muñón (la parte del eje que descansa sobre el fluido) para presurizar el fluido en una cuña entre las caras.
Los cojinetes de fluidos se utilizan con frecuencia en aplicaciones de alta carga, alta velocidad o alta precisión en las que los rodamientos de bolas ordinarios tendrían una vida útil corta o generarían mucho ruido y vibración. También se utilizan cada vez más para reducir costes. Por ejemplo, los cojinetes de fluido de los motores de las unidades de disco duro son más silenciosos y económicos que los rodamientos de bolas a los que reemplazan. Las aplicaciones son muy versátiles e incluso se pueden utilizar en geometrías complejas como tornillos de potencia.[2]
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