En el Combate de Perdriel, librado el 1 de agosto de 1806 a 20 km de la ciudad de Buenos Aires, las tropas británicas vencieron y dispersaron a una pequeña división de voluntarios de milicias, inferior en número, armamento, organización y entrenamiento. Sin embargo, al ser incapaces de eliminar por completo las fuerzas reunidas en la campaña no pudieron evitar su reunión con el ejército que al mando de Santiago de Liniers reconquistaría la ciudad pocos días después (12 de agosto de 1806) poniendo fin a la primera invasión inglesa al Río de la Plata.