La definición de comportamiento canino comprende el conjunto de respuestas coordinadas (acciones e inacciones) de perros domésticos (individualmente o en grupo) a estímulos internos o externos.[1]
Como la especie animal domesticada más antigua que es, con una estimación de entre 9.000 y 30.000 años, el comportamiento de los perros ha sido inevitablemente conformado por milenios de contacto con humanos. Como resultado de esta evolución social y física, los perros, más que otras especies, han adquirido la capacidad de comprender y comunicarse con los humanos y están excepcionalmente en sintonía con nuestros comportamientos.[2]
Estudiosos del comportamiento, han descubierto un sorprendente conjunto de habilidades sociales y cognitivas en el perro doméstico. Estas habilidades no se expresan en parientes caninos cercanos ni en otros animales como los grandes simios, sino que, más bien, son paralelos a algunas capacidades sociales y cognitivas de los niños.[3]