Los condados de Escocia o shires (en gaélico escocés: Siorrachdan na h-Alba), son subdivisiones históricas de Escocia establecidas en la Edad Media y utilizadas como divisiones administrativas hasta 1975. Establecidos originalmente con fines judiciales (por ser el territorio sobre el que tenía jurisdicción un sheriff), a partir del siglo XVII empezaron a utilizarse también con fines de administración local. Las zonas utilizadas para funciones judiciales (sheriffdoms) pasaron a diferenciarse de los shires, que dejaron de utilizarse para fines de administración local a partir de 1975 en virtud de la Ley de Administración Local (Escocia) de 1973.[1]
En la actualidad, el gobierno local de Escocia se basa en áreas de consejo, que a veces incorporan nombres de condado, pero que con frecuencia tienen límites muy diferentes. Los condados siguen utilizándose para el registro de la propiedad, y constituyen la base de las zonas de tenencia (aunque estas últimas no son totalmente idénticas).