Las Convenciones Constitucionales de California fueron dos asambleas constituyentes que se llevaron a cabo en California durante el siglo XIX y que culminaron en la creación de la Constitución de California de hoy en día. La primera, conocida como la Convención de Monterey, celebrada en septiembre y octubre de 1849 antes de que California obtuviera la categoría de estado estadounidense al año siguiente, adoptó la constitución original del estado.[1] Este documento mantiene jurisdicción junto con la constitución actual[2] que fue ratificada el 7 de mayo de 1879, siguiendo la Convención de Sacramento.[3] El Artículo 3 Sección 2 de la Constitución actual hace referencia a los límites originales[4] como se establece en la Constitución de 1849 en el Artículo 7.[5] Como resultado de la desconfianza progresiva de los funcionarios electos, esta última constitución tardó un año completo en finalizarse (marzo de 1878 a marzo de 1879) y ha sido descrita como "el ejemplo perfecto de lo que una constitución no debería ser".[6] Durante el último cuarto del siglo se han planteado múltiples convocatorias para una tercera convención constitucional estatal, pero hasta ahora ninguna ha ganado un impulso político generalizado.