Correr los toros es la suerte en la que el diestro o su peón de confianza, empleando un engaño o a cuerpo limpio, corre delante de un toro provocando que este le siga voluntariamente con el fin de cambiarlo de terreno desplazándolo a otra zona de la plaza de toros. De esta forma pueden observarse las características del toro a la hora de embestir o acometer.[1]
El término correr los toros se emplea tanto en el toreo a pie como en el toreo a caballo guardando el mismo significado.