En la novela 1984 (1949), de George Orwell, la palabra crimental describe los pensamientos no ortodoxos de una persona, como las creencias y dudas tácitas que contradicen los principios del Ingsoc (Socialismo inglés), la ideología dominante de Oceanía. En Neolengua, las palabras crimental, ideacrimen y malpensamiento describen las acciones intelectuales de una persona que tiene pensamientos políticamente inaceptables; por tanto el gobierno del Partido controla el discurso, las acciones, y los pensamientos de los ciudadanos de Oceanía.[1] En el uso del inglés contemporáneo, la palabra crimental (thoughtcrime, en inglés) describe creencias que son contrarias a las normas aceptadas de la sociedad, y se usa para describir conceptos teológicos, como incredulidad e idolatría,[2] y el rechazo de una ideología.[3]