La crisis financiera irlandesa de 2008–13, derivada de la crisis financiera de 2007–08, fue una importante crisis política y financiera en la República de Irlanda, considerada parcialmente responsable de la caída del país en recesión por primera vez desde la década de 1980.
El índice general de la Bolsa de Valores de Irlanda (ISEQ), que había alcanzado un máximo de 10000 puntos brevemente en abril de 2007, cayó hasta 1987 puntos el 24 de febrero de 2009, el más bajo en 14 años (la última vez que se había situado por debajo de 2000 había sido a mediados de 1995).[1] En septiembre de 2008, el gobierno irlandés —que formaban una coalición entre Fianna Fáil y el Partido Verde—reconoció oficialmente que el país había entrado en recesión, con un severo aumento en el desempleo que se produjo en los siguientes meses. Irlanda fue el primer estado en la eurozona en entrar en recesión, según lo declarado por la Oficina Central de Estadísticas.[2] El número de personas viviendo de las prestaciones por desempleo aumentaron a 326,000 en enero de 2009—el nivel más alto mensual desde que empezaron los registros en 1967—y la tasa de desempleo aumentó de 6.5% en julio de 2008 al 14.8% en julio de 2012.[3] Las condiciones de debilitamiento atrajeron 100,000 manifestantes a las calles de Dublín el 21 de febrero de 2009, en medio de otra plática de las protestas y la acción colectiva.[4] Con los bancos "garantizados",[5] y la Agencia Nacional de Administración de Activos (NAMA, por sus siglas en inglés) establecieron,[6] la tarde del 21 de noviembre de 2010, el entonces primer ministro Irlandés, Brian Cowen, confirmó en directo por la televisión, que la troika UE/BCE/FMI se involucraría a sí misma en los asuntos financieros de Irlanda.
En medio de la crisis, que coincidió con una serie de escándalos bancarios, el apoyo al partido gobernante, Fianna Fáil, se desmoronó en los sondeos y cayó al tercer lugar en una encuesta de opinión realizada por The Irish Times, un hecho sin precedentes en la historia de la nación—. Se colocó por detrás de Fine Gael y el Partido Laborista de Irlanda, este último superó al Partido Fianna Fáil por primera vez. El 22 de noviembre, los Verdes—los miembros menores de la coalición gobernante— elecciones anticipadas.[7] Las elecciones generales de 2011 reemplazaron a la coalición Fianna Fáil-Partido Verde por la coalición Fine Gael–Partido Laborista. Esta coalición continuó con las mismas políticas de austeridad del gobierno anterior así como con los partidos más grandes del país a favor de una agenda similar.
Las estadísticas oficiales muestran una caída en la mayoría de los delitos, coincidiendo con la crisis económica. Sin embargo, los robos aumentaron aproximadamente un 10%[8] y la prostitución se duplicó desde 2007.[9][10] a
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