La cultura material es el aspecto de la realidad social basada en los objetos y la arquitectura que rodean a las personas. Incluye el uso, consumo, creación y comercio de objetos, así como los comportamientos, normas y rituales que los objetos crean o en los que participan. Algunos estudios también incluyen otros fenómenos intangibles que incluyen el sonido, el olfato y los eventos,[1] mientras que algunos incluso consideran el lenguaje y los medios como parte de ellos.[2] El término se utiliza con mayor frecuencia en estudios arqueológicos y antropológicos, para definir material o artefactos tal como se entienden en relación con contextos, comunidades y sistemas de creencias culturales e históricos específicos. La cultura material puede describirse como cualquier objeto que los seres humanos utilicen para sobrevivir, definir las relaciones sociales, representar facetas de la identidad o beneficiar el estado mental, social o económico de las personas.[3] La cultura material contrasta con la cultura simbólica, que incluye símbolos no materiales, creencias y construcciones sociales.
El análisis académico de la cultura material, que puede incluir tanto objetos hechos por humanos como naturales o alterados, se denomina estudios de cultura material.[4] Es un campo y una metodología interdisciplinarios que habla de las relaciones entre las personas y sus cosas: la fabricación, la historia, la conservación y la interpretación de los objetos.[5] Se basa tanto en la teoría como en la práctica de las ciencias sociales y las humanidades, como la historia del arte, la arqueología, la antropología, la historia, la preservación histórica, el folclore, la archivística, la crítica literaria y la museología, entre otros.