Los delitos de odio o crímenes de odio tienen lugar cuando una persona o grupo de ellas ataca a otra motivada exclusivamente por su pertenencia a un determinado grupo social, real o percibido, como por ejemplo su raza, etnia, color de piel, discapacidad, idioma, nacionalidad, apariencia física, religión, orientación sexual, identidad de género, afiliación política, etc.[1] También este tipo de crímenes pueden ser denunciados a las autoridades