El deterioro o decaimiento orbital es el proceso, usualmente prolongado, de la reducción de la altura de la órbita de un objeto espacial respecto a otro, como satélites, planetas o estrellas binarias.
Este fenómeno puede deberse a la fricción producida con la atmósfera, debido a las frecuentes colisiones entre el satélite y las moléculas de aire del entorno. Cuando la actividad solar aumenta, esta fricción aumenta también, debido a que calienta y, en consecuencia, expande la atmósfera superior. Para cuerpos grandes los efectos de marea pueden provocar deterioro orbital, y para objetos aún más grandes la radiación gravitacional también puede ser un factor relevante.