Una diosa madre es una deidad femenina (diosa) que sirve como representación de la energía femenina procreadora y de la fertilidad.
En algunas culturas es representada como la madre tierra y la diosa de la fertilidad, siendo la generosa personificación de la tierra y de la vida en general. Como tal, no todas las diosas pueden considerarse manifestaciones de la diosa madre aunque sean consideradas deidades de la fertilidad, o sean deidades femeninas. Del mismo modo no necesariamente puede ser considerada una deidad creadora propiamente tal al no abarcar todos los aspectos cosmogónicos de la creación.
En las tradiciones occidentales, la diosa madre fue representada de muchas maneras, desde las imágenes talladas en piedra de la diosa Cibeles hasta la Dione (‘diosa’) que se invocaba junto con el dios Zeus en el oráculo de Dódona (Grecia) hasta finales de la época clásica. Entre los himnos homéricos (siglos VII-VI a. C.) hay uno dedicado a la diosa madre llamado «Himno a Gea, madre de todo».
Los sumerios escribieron muchos poemas eróticos sobre su diosa madre Ninhursag.[1]