La disciplina positiva es un enfoque educativo que se centra en promover el desarrollo socioemocional de los niños a través del respeto mutuo, la comunicación efectiva y la resolución constructiva de conflictos. Este método, fundamentado en la psicología y la pedagogía, busca fomentar habilidades de autorregulación, responsabilidad y empatía en los niños, al mismo tiempo que fortalece la relación entre padres, cuidadores y educadores con los menores.[1]