Disidentes (dissenters) era la denominación que recibían los distintos grupos religiosos protestantes que disidían de la “iglesia establecida” en Inglaterra y los países anglosajones (Established Church, la Iglesia de Inglaterra "establecida por ley" -established by law-, expresión que también llevó al uso del término establishment -"lo establecido"-)[1] durante la Edad Moderna (siglos XVI, XVII y XVIII). Los que, dentro del anglicanismo, expresaban un menor grado de oposición se conocían como “inconformistas” (nonconformists). A los católicos,[2] especialmente discriminados, no se les aplican las denominaciones “inconformistas” o “disidentes”, sino el término "recusantes" (o "recusantes papistas" -Popish recusants-). No obstante, todas estas denominaciones se usaban con poca uniformidad, extendiéndose a otras situaciones, de forma que llegaron a ser prácticamente intercambiables entre sí, e incluso se empleaban para algunos no cristianos (particularmente para los judíos).
Los disidentes ingleses eran “reformadores” (partidarios de la Reforma Protestante) que se opusieron a la interferencia del Estado en la Iglesia, incluso en asuntos no religiosos, y fundaron sus propias comunidades, que pretendían ser autónomas del poder episcopal y político. Esa diferenciación se expresa también con la denominación “presbiterianos” en oposición a los “episcopalianos”. Algunos grupos optaron por el exilio (los puritanos del Mayflower, considerados los “padres peregrinos” de Estados Unidos).
Las sucesivas reformas de la Iglesia inglesa llevadas a cabo por Enrique VIII e Isabel I (Reforma anglicana) defraudaron a los partidarios de una “reforma más pura”, por considerarlas insuficientes o incluso negativas. Los reinados intermedios supusieron violentas alternancias: los más satisfactorios para los “disidentes” fueron el breve reinado de Eduardo VI, y el aún más efímero de Juana Grey ("la reina de los nueve días", que fue ejecutada al relacionarla con la rebelión protestante de Thomas Wyatt); mientras que el de María Tudor supuso la vuelta al catolicismo romano y una fortísima represión. Los llamados exilios marianos[3] (por haber tenido lugar durante el reinado de María) renovaron los contactos entre los protestantes británicos y los de distintas partes del continente europeo.
El “asentamiento religioso isabelino” significó el asentamiento de la Established church.[4] La determinación de qué se consideraban opiniones y rituales aceptables oficialmente frente a los inaceptables, determinó la definitiva calificación de los grupos “disidentes”; no sin algunas dudas y debates (controversia de Marprelate -Martin Marprelate era un pseudónimo bajo el que se presentaban los puntos de vista opuestos a los anglicanos-,[5] controversia de la vestimentas o controversia vestariana[6]).
La Revolución inglesa del siglo XVII supuso una oportunidad para la multiplicación de los grupos disidentes.[7] La expresión de la oposición de los bandos era en buena parte religiosa, además de política, resumida en la frase de Jacobo I de Inglaterra: “si no hay obispos, no hay rey”.[8] También había un fuerte componente social en la adscripción religiosa: los disidentes eran particularmente numerosos entre las clases medias urbanas (comerciantes, artesanos). La imposibilidad de conciliar posturas entre cavaliers y roundheads llevó a enfrentamientos armados (Guerra de los Obispos, Guerras de los Tres Reinos, Guerra civil inglesa). La derrota final de la Commonwealth supuso la nueva imposición de la Established Church, con el Acta de Uniformidad (Act of Uniformity, 1662).[9]
Tras la Glorious Revolution de 1688, el Acta de Tolerancia de 1689 se planteó como "una ley para exceptuar a los súbditos protestantes de Su Majestad que disientan de la Iglesia de Inglaterra de las penalidades de ciertas leyes" (An Act for Exempting their Majestyes Protestant Subjects dissenting from the Church of England from the Penalties of certaine Lawes). No se aplicaba ni a católicos ni a cuáqueros. En sentido similar, la Nonconformist Relief Act[10] de 1779 permitió libertad de culto y enseñanza a los disidentes que declararan ser cristianos y protestantes y juraran fidelidad (Oath of Allegiance).[11]
Fue significativa la presencia de disidentes entre los pioneros de la Revolución industrial del siglo XVIII.[12]
IV. Impugners of the Publick Worship of God established in the Church of England, Censured. Whosoever shall hereafter affirm, That the Form of God’s Worship in the Church of England, established by Law, and contained in the Book of Common Prayer and Administration of Sacraments, is a corrupt, superstitious, or unlawful Worship of God, or containeth any thing in it that is repugnant to the Scriptures: Let him be Excommunicated ipso facto, and not restored but by the Bishop of the Place, or Archbishop, after his Repentance and publick Revocation of such his wicked Errors.
X. Maintainers of Schismaticks in the Church of England, Censured. WHosoever shall hereafter affirm, That such Ministers as refuse to subscribe to the Form and Manner of God’s Worship in the Church of England prescribed in the Communion-Book, and their Adherents, may truly take unto them the Name of another Church not established by Law, and dare presume to publish it, That this their pretended Church hath of long time groaned under the burden of certain Grievances imposed upon it, and upon the Members thereof before mentioned, by the Church of England, and the Orders and Constitutions therein by Law established: Let them be Excommunicated, and not restored until they repent, and publickly revoke such their wicked Errors.