El gasto doble o doble gasto es un defecto potencial del dinero digital por el que una misma moneda digital (a la que también se llama token) puede gastarse más de una vez. Esto es posible porque cada moneda consta de un archivo digital que puede duplicarse o falsificarse.[1] Al igual que con el dinero falsificado, el doble gasto conlleva inflación dado que se crean nuevas monedas fraudulentas que anteriormente no existían. Esto devalúa la moneda en relación con otras unidades monetarias, y disminuye la confianza de los usuarios, así como dificulta la circulación y posesión de la moneda. En el caso concreto de Bitcoin, este se protege contra los ataques de doble gasto agregando cada transacción a la cadena de bloques y verificándola después. Para ello, utiliza un sistema descentralizado, basado en una gran red de nodos que confirman la transacción. Cuando más vulnerable es Bitcoin a este tipo de ataques, es durante el inicio de la transacción en la red y por eso, a más veces se confirme, menos probable será el riesgo de sufrir un ataque.
Otros sistemas numéricos inhiben los ataques de doble gasto con la ayuda de terceros que siguiendo unas reglas comerciales, autorizan cada transacción. Ejemplos de ello son las firmas ciegas y, particularmente en sistemas off-line, el secreto compartido.