El 45.º y futuro 47.º presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump está estrechamente asociado con el deporte del golf. Como desarrollador inmobiliario y empresario, Trump comenzó a adquirir y construir campos de dicho deporte en 1999. En el momento de su elección como presidente (2016) era dueño de 17 campos de golf en todo el mundo a través de su sociedad empresarial, la Organización Trump.[1]
Los campos propiedad de Trump han sido seleccionados para albergar varios eventos de la Professional Golfers' Association of America (PGA) y la LPGA. Aunque la final del Campeonato de la PGA 2022 en un principio tenía contemplado usar uno de ellos como sede, esto fue cancelado.[2][3]
Después de su elección, Trump rompió el precedente con los presidentes recientes y decidió no deshacerse de sus participaciones comerciales, incluidos sus campos de golf. Aunque no es ilegal, esto generó críticas por parte de abogados de ética y periodistas por posibles conflictos de intereses.