Elena Garro | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Elena Delfina Garro Navarro | |
Nacimiento |
11 de diciembre de 1916 Puebla de los Ángeles | |
Fallecimiento |
22 de agosto de 1998 (81 años) Cuernavaca, Morelos | |
Causa de muerte | Paro cardiorrespiratorio | |
Sepultura | Cementerio Jardines de la Paz de Cuernavaca | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Padres | José Antonio Garro, Esperanza Navarro | |
Cónyuge | Octavio Paz (1937-1959) | |
Pareja | Archibaldo Burns | |
Hijos | Laura Helena Paz Garro (1939-2014) | |
Educación | ||
Educada en | Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional Autónoma de México) | |
Información profesional | ||
Ocupación | escritora | |
Movimiento | Realismo mágico | |
Obras notables | ||
Distinciones | ||
Elena Delfina Garro Navarro (Puebla, 11 de diciembre de 1916-Cuernavaca, 22 de agosto de 1998), conocida como Elena Garro, fue novelista, dramaturga, guionista, periodista y escritora mexicana.[1] Está comúnmente relacionada con el realismo mágico y es considerada una renovadora de la literatura fantástica, si bien ella misma rechazó esta identificación por considerarla una etiqueta mercantilista. Asimismo, algunos críticos consideran que la obra de Juan Rulfo y los tres primeros libros de Garro, Un hogar sólido (1958), Los recuerdos del porvenir (1963) y La semana de colores (1964), iniciaron este primer movimiento literario.[2]
Garro fue una de las figuras más interesantes de la dramaturgia mexicana. Participó plenamente del concepto del teatro como comunicación poética, ilógica y, más allá de las diferencias de técnicas y contenidos, incluso dentro del movimiento llamado teatro del absurdo. No obstante la variedad temática y técnica en el teatro de Garro demostraron una marcada preferencia por el tema de las relaciones entre diversos aspectos de la realidad y aun entre diversas realidades. Sus personajes oscilan entre realidad e ilusión. Asimismo, a base de elementos folclóricos, construye un mundo en el cual desaparecen las fronteras entre la realidad tal y como la percibimos diariamente, dando así otro mundo, ilusorio, pero acaso también más real en lo que toca a la verdad anímica del ser humano.[3]
Estuvo casada con el también escritor Octavio Paz, a quien conoció en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con quien tuvo una hija, Laura Helena Paz Garro.[1]