La embocadura consiste en el conjunto de estructuras anatómicas de los músculos faciales, los dientes y la lengua y el modo en cómo se usan para producir sonido en un instrumento de viento. La embocadura determina aspectos tímbricos, de entonación, de volumen y de fraseo. Cada instrumento o boquilla requiere una embocadura distinta. Las diferencias anatómicas y de técnica de cada individuo vuelven único al sonido de cada intérprete.[1]