Una encomienda, en las órdenes militares de la Edad Media, fue la unidad administrativa más pequeña de sus propiedades territoriales europeas. También se llamaba así a la casa donde vivían los caballeros de la orden y desde donde se administraban sus bienes.[1]
Las primeras encomiendas se fundaron después de 1099, cuando la Orden Hospitalaria, sobre todo, ante la necesidad de administrar los gastos e ingresos de diferentes donaciones y heredades, establecieron casas que no solo fueran capaces de reclutar y adiestrar a sus miembros, sino que permitieran pequeñas comunidades desde donde adicionalmente, se controlaran las propiedades en su entorno.[2] Las encomiendas de las órdenes militares serían el equivalente a las granjas monásticas. El caballero a cargo de una encomienda era el comendador o comandante de la orden.